
Sin embargo, cada mujer puede necesitar una forma diferente de estimulación. Se piensa que la estimulación del punto G es más intensa en las mujeres mayores de treinta años, porque los cambios en la estructura de los tejidos del interior de la vagina permite un acceso más fácil a dicho punto. Algunas mujeres creen por esta razón que en la treintena alcanza su cúspide sexual.

Llegamos al Punto G introduciendo el dedo (si se lubrica mucho mejor) por la vagina hasta llegar a una zona rugosa que notaremos fácilmente. En este eje es importante tocar y estimular de forma suave, moviendo los dedos en forma de círculo, como un ligero masaje. Tanto tu misma como tu pareja debéis acelerar, aumentar o bien reducir este tocamiento para variar el grado de excitación. A partir de ahí nuestra sensibilidad sexual se desarrolla enormemente... ¡alcanzando increíbles orgasmos! Lo mejor es que llegamos al orgasmo más rápidamente y tenemos multiorgasmos seguidos, al estimular el clítoris y otras zonas erógenas a la vez.

Hay posiciones que favorecen la “búsqueda” de este punto de excitación total. Una de ellas es situarse boca arriba con la vagina algo elevada para facilitar la penetración del dedo hasta la zona erógena. También podemos ponernos boca abajo, mientras que nuestra pareja se situará detrás nuestro, con lo que se ayuda mucho la estimulación. Incluso si los dos estáis acostados de lado, la sensación puede resultar óptima.
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